El cuidado y la limpieza adecuada del oro y las piedras preciosas son esenciales para mantener su brillo y belleza. Te explicamos cómo limpiar tus joyas:
El oro es un metal relativamente suave, por lo que es importante manejarlo con cuidado durante la limpieza para evitar rayones o daños. Para limpiar las joyas de oro:
- Preparación de la Solución de Limpieza: Mezcla agua tibia con unas gotas de jabón líquido suave, como un detergente para platos. Evite los productos que contienen cloro o amoníaco, ya que pueden dañar el oro.
- Remojo Suave: Coloca las joyas de oro en la solución durante unos 15 a 20 minutos. Este proceso ayudará a aflojar la suciedad, el polvo o los aceites que puedan haberse acumulado.
- Cepillado Cuidadoso: Usa un cepillo de dientes de cerdas suaves para limpiar suavemente las joyas, prestando especial atención a las áreas donde la suciedad puede acumularse, como alrededor de las monturas. Asegúrese de no frotar con demasiada fuerza para evitar rayar la superficie del oro.
- Enjuague y Secado: Enjuaga las joyas con agua tibia para eliminar cualquier residuo de jabón. Seca cuidadosamente con un paño suave y limpio, preferiblemente de microfibra, para no dejar pelusas.
- Pulido Ocasional: Para devolverle el brillo al oro, puedes usar un paño de pulido específico para joyas de oro. Sin embargo, evite hacerlo con demasiada frecuencia, ya que puede desgastar la superficie.
Para un acabado perfecto y ese toque especial, es igual de importante llevar la pieza a un joyero profesional. Así podrás asegurarte de que cada detalle brille como nuevo.